Por Iraham Saldaña, Digital Head Chubb en México
El crecimiento de América Latina en el ámbito digital a escala mundial es inminente. La región se está preparando para competir con Asia en igualdad de condiciones, aún cuando el gigante oriental lleva la ventaja.
Los próximos años son clave para América Latina. De acuerdo a Internet World Stats, la región representa el 8.3% de la población total y el 10% del total de usuarios de Internet a escala global; Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia son los grandes líderes digitales del vecindario.
Este patrón seguirá intensificándose y, al 2020, se cree -según información entregada por eMarketer- que en la región habrá 395 millones de usuarios en Internet, 6.5 dispositivos conectados a Internet en promedio por usuario y 130 millones de usuarios navegando en el móvil (85% de ellos serán smartphones). Además, existirán 183 millones de compradores digitales y una venta de retails por e-commerce de 22.5 billones de dólares, de cuyo total 6.60 billones se habrán realizado en dispositivos móviles. En redes sociales, en tanto, serán 322 millones de usuarios en Facebook, 76.2 millones en Twitter y 307 millones de espectadores de videos digitales.
Esta configuración ha promovido transformaciones en todas las industrias, pero sobre todo a la banca y los seguros. Hacia 2020, las formas de contacto serán diferentes, adecuándose al comportamiento que los usuarios demuestren con los medios de comunicación y las marcas. De acuerdo a la consultora Gartner, en dos años más al menos el 85% de las interacciones entre las empresas y sus clientes no requerirán de intervenciones humanas. Esto nos hace reflexionar sobre el rumbo en el cual se deben dirigir los esfuerzos de comunicación.
Los hábitos digitales en América Latina también están cambiando y continuarán en una evolución acorde al perfil de sus habitantes. Hoy, las aplicaciones que más se usan son WhatsApp, Google Maps, Facebook y su sistema de mensajería Messenger, masivamente adoptadas por Millennials y Centennials, que representan el 59% de la población.Son estos segmentos los que jugarán un papel muy relevante por su naturaleza hiperconectada y sus patrones de consumo. De esta manera, las empresas se toparán con consumidores latinos más educados y dispuestos a comprar por Internet, por lo que la seguridad dentro de estos ambientes será central en el desarrollo de las estrategias de venta.
Nuevos modelos de negocios basado en tecnología.
En América Latina, el 49% de los adultos no tiene acceso a una cuenta bancaria. Este escenario hace que le principal motor para acelerar este mercado provenga y siga proviniendo de las empresas de tecnología financiera o fintech. Al gran número de actores que operan en la actualidad, se espera que se sumen otros más facilitando el crecimiento del sector y su facturación. Asimismo, en el corto plazo los modelos de negocios de bancos y aseguradores deberán tener componentes basados en tecnologías sustentadas en el Internet de las Cosas, machine learning, big data, blockchain, criptomonedas y realidad virtual. Solo de esta manera se dará respuesta a una nueva complejidad de las industrias para prever el comportamiento de los consumidores.
Hoy, Londres se ha consolidado como la capital mundial en fintech, debido al talento, concentración de inversiones, aceleradoras y oportunas regulaciones que forman las condiciones para la atracción del sector. Sin embargo, una población latina cada vez más digitalizada podría amplificar este efecto: Bogotá, Sao Paulo, Ciudad de México, Santiago de Chile o Buenos Aires, por mencionar algunas, podrían estar en perfectas condiciones para instalarse como nuevas capitales de vanguardia tecnológica en el mundo financiero. Los meses que faltan para la meta de 2020 dan el espacio suficiente para alistarse. Lo que se avecina es un crecimiento de gran trascendencia para la transformación digital de la región. Y, para este desafío, debemos de estar bien preparados.