Los seguros han sido percibidos como un mal necesario por algunos usuarios a través de los años. Muchos preferirían nunca hablar con su aseguradora, y ¿quién puede culparlos?, pues en muchas ocasiones los procesos de reclamación suelen ser incómodos para el cliente. Pero esta percepción ha empezado a cambiar con la ayuda del internet de las cosas (IOT).
La revolución radica en que, con la popularización de la interconectividad digital, casi todo el mundo tiene acceso a un dispositivo móvil, lo que implica la producción en tiempo real de una gran cantidad de datos, que pueden ser utilizados para modelar riesgos y tomar decisiones.
De acuerdo con la empresa consultora y de investigación de las tecnologías Gartner, para el año 2020 tendremos más de 20 mil millones de cosas conectadas. Si consideramos los más de siete mil millones de habitantes en el planeta, habrá casi tres veces más cosas conectadas que personas, un hecho que habla sobre el crecimiento exponencial del IOT y la oportunidad de este para las aseguradoras por la cantidad de datos disponibles.
Algo que, a su vez, está provocando un cambio en el modelo de negocio de seguros a lo largo de dos dimensiones importantes. En primer lugar, un cambio de ser reactivos a ser predictivos; y, en segundo lugar, la necesidad de ser capaces de analizar los flujos de información en tiempo real.
Una vez estos dos desafíos se logren, es muy probable que los negocios aseguradores cambien su forma de presentarse, de ser un incordio para los clientes a presentar beneficios constantes.
Por ejemplo, las reclamaciones serán simplemente más rápidas, pues en lugar de moverse a través de papel, los clientes podrán enviar reclamos a través de aplicaciones móviles tomando algunas fotos. Y los dispositivos conectados a la red con sensores biométricos y ambientales, facilitarán el cálculo de riesgos y el ajuste de políticas a medida que cambian las situaciones.
Podrían también crearse seguros de salud con un enfoque en experiencias satisfactorias, mediante el uso de dispositivos de monitoreo (que entregarían información sobre la actividad física de la persona) y desarrollar productos que brinden recompensas como la devolución del 25% de lo que se ha pagado por el servicio mientras más ejercicio haga el usuario, camine cierto número de pasos al día o más saludable esté.
Para las mascotas, se podrían desarrollar seguros de asistencia con dispositivos de localización para proteger a los animales. Para los hogares, podríamos pensar en el desarrollo de paquetes de seguro de hogar + tecnología de monitoreo para reducir la probabilidad de daños.
Detrás de todo esto, está la velocidad de procesamiento de los dispositivos, que es cada vez más accesible en función de la escala. Un buen procesamiento y la emergencia de conectar las cosas con más agilidad y un valor menor, ha creado un escenario propicio para explorar el internet en las cosas.
Si bien la implementación de todo el potencial del IOT para el mercado de los seguros no está exenta de desafíos, su aprovechamiento temprano ya está generando resultados positivos. Permite que las pérdidas sean más fáciles de predecir y prevenir; y ofrece una asistencia que une los servicios con los consumidores, brindándoles cobertura y protección, que en conjunto crean una buena experiencia de seguro.