Por Rafael Domingues, Vicepresidente de Líneas Financieras para Latinoamérica, y Sandra Cabrera, Gerente de Riesgos Cibernéticos para Latinoamérica.
Mucho se ha hablado en los últimos años acerca de cómo la tecnología ha permeado todos los aspectos y actividades que conocemos. Hoy encontramos un sin número de productos y servicios que hacen posible la llamada transformación digital.
De hecho, es una tendencia global que los servicios de Tecnología de la Información (TI), incluidos las actividades de desarrollo y gestión, se subcontraten fuera de las empresas que los necesitan con la finalidad de centrar toda la atención de la gestión interna en sus propios procesos comerciales y mejorar la eficiencia operativa.
Consecuentemente, ha venido aumentando la oferta de servicios de outsourcing y proveedores externos que han hecho que su negocio sea ayudar a las empresas a suplir sus necesidades tecnológicas mediante la prestación de servicios especializados. Y aunque India y China son fuertes competidores en este sector, debido a los costos de la mano de obra, por ejemplo, igual presentan algunas desventajas importantes como la diferencia horaria, lo que se convierte en una oportunidad para la industria de TI en América Latina.
Según lo publicado por InfoWeek, los análisis del Grupo Everest en el Market Vista Annual Report 2019 y Predictions for Global Services Delivery Locations 2019, señalan a América Latina como un destino creciente y competitivo para la prestación de servicios TI, estimulado por su afinidad cultural y proximidad a los Estados Unidos, el talento tecnológico calificado de la región, el dominio del idioma y un ecosistema cada vez más orientado a la creación de nuevas empresas tecnológicas. México, Argentina, Brasil, Colombia y Chile se encuentran entre los cinco primeros países en este tipo de servicios.
Se estima que el tamaño del mercado de servicios de TI de América Latina crecerá en USD$61.35 mil millones con una tasa compuesta anual del 9.11% durante el periodo 2019-2023, según reporta el Informe de Mercado de Servicios de TI en América Latina 2019, una cifra que deja ver lo potente del fenómeno.
Las compañías de TI están asumiendo una amplia variedad de funciones críticas para otras compañías, como lo describe una publicación de Everis, que se refiere a las actividades de outsourcing en tecnologías de información como acciones que pasan por la gestión de sistemas informáticos, el servicio al cliente, la administración de hardware, la administración de redes, el cuidado de la información y de su seguridad, y el desarrollo de las aplicaciones sobre las que se apoyan los procesos de negocio de un cliente, generando una fuerte carga de responsabilidad sobre las mismas.
Por esto, es vital, para mantener el éxito de las compañías de servicios de TI, que estas se pregunten por los riesgos inherentes a su actividad y los mecanismos disponibles para gestionarlos, especialmente teniendo en cuenta el alto nivel de innovación y la velocidad de transformación que caracteriza la industria.
· ¿Podría presentarse un error u omisión por parte suya o de un subcontratista en la prestación de sus servicios tecnológicos? En épocas de tráfico alto, ¿su red podría verse afectada si no fue diseñada para soportar un volumen no anticipado? ¿Cómo afectaría esto sus obligaciones ante un cliente?
· ¿Tiene un proceso para garantizar que el código fuente de proveedores externos no se utilice sin una licencia adecuada?
Por la alta especialización y competitividad relacionada con esta industria, desde el punto de vista de protección de seguros, es vital contar con pólizas frente a reclamos por errores y omisiones en la prestación de los servicios o en los productos tecnológicos, y que estén construidas en el lenguaje de la industria, reconociendo las particularidades de la misma.
Y si bien, como hemos comentado, las empresas de tecnología enfrentan unas necesidades particulares desde el punto de vista de la responsabilidad, no son ajenas a requerir también protección desde el punto de vista de los riesgos cibernéticos, como la responsabilidad derivada de fallas de privacidad y seguridad de la red y en el manejo de contenidos electrónicos o riesgos propios como gastos por ciberextorsión, pérdida de activos digitales e interrupción del negocio.
Actualmente, no sólo las compañías de tecnología han venido buscando soluciones de protección que respondan a los riesgos mencionados por el alto nivel de responsabilidades derivado de sus actividades, sino que vemos cada vez con mayor frecuencia, que los clientes, a la hora de decidir la empresa a contratar, consideran en adición a los altos estándares y protecciones de dichas empresas, que se cuente con pólizas de responsabilidad que apoyen en caso de un evento.
Los seguros se convierten entonces en un aliado estratégico para que esta industria en crecimiento pueda aprovechar las ventajas que la están posicionando en el mundo, permitiendo transferir aquellos riesgos que, a pesar de la gestión interna realizada, puedan afectar a sus clientes y a la empresa misma, poniendo en jaque su permanencia en un mercado altamente competitivo y dinámico.