By Editor web on Miércoles, 02 Mayo 2018
Category: Chubb

Industria audiovisual, dinamizador de la economía nacional que requiere protección integral

El sector audiovisual ha mostrado un crecimiento exponencial en los últimos años en Colombia, abriéndose puertas para la comercialización de contenidos en diferentes partes del mundo como consecuencia de alianzas creadas con países como México, España, Chile, y Estados Unidos. De hecho, los expertos reunidos por el Bogotá Audiovisual Market (BAM), han destacado que el país es uno de los mejores lugares para el desarrollo de proyectos audiovisuales a nivel latinoamericano, debido al alto nivel de profesionalismo de sus empresarios, la diversidad de las locaciones, la completa oferta de servicios y los beneficios tributarios,  factores que jalonan la llegada de grandes multinacionales al territorio nacional.

Ello, según el ‘Estudio de Mercado Servicios Audiovisuales en Colombia’, realizado en 2016 por ProChile, se ve reflejado en los más de US$133 millones que la industria de la producción audiovisual mueve al año, lo cual la está llevando a consolidarse como motor de la economía colombiana. Un balance positivo, en buena parte debido a la Ley 1556 de 2012 que tiene por objeto el fomento de la actividad fílmica de Colombia, al promover el territorio para el rodaje de grandes producciones cinematográficas.

Tan solo en Bogotá, para mencionar un ejemplo, en los últimos 10 años las compañías audiovisuales que se han asentado en la capital han invertido más de 460 millones de dólares, según cifras de Invest in Bogotá, mientras que el Ministerio de Cultura, señala que en total, entre 2013 y 2017, se han grabado en Colombia cerca de 30 películas extranjeras con lo que el país ha recibido  unos US$154 millones  y en el 2018 se rodarán 15 megaproducciones.

No obstante, a medida que la industria audiovisual crece y se diversifica, debe también hacer frente a multiplicidad de riesgos. “Los medios de comunicación, agencias de publicidad y las productoras y distribuidoras se exponen a conflictos por difamación, invasión de la privacidad, derechos de autor, uso de marcas registradas, apropiación indebida, injuria y calumnia en el desarrollo de sus contenidos y deterioro de la imagen de terceros, entre otros riesgos asociados a su actividad”, señala Christian Guerrero, gerente Property & Energy de Chubb Seguros Colombia S.A. De ahí la importancia de contar con mecanismos que les permita a las empresas y organizaciones del sector audiovisual, contar con amparos y protecciones por imprevistos relacionados con temas de responsabilidad civil, reclamos de terceros, citaciones y otro tipos de siniestros.

En este sentido, Chubb en Colombia tiene a disposición de la industria del entretenimiento, una póliza para filmaciones que incluye un amparo para el elenco de pre-producción y producción en caso de enfermedad, accidente o muerte, entre otros; protección de negativos de películas y cintas de video, bienes utilizados en el rodaje,  equipos y materiales cinematográficos,  contenidos de oficina y responsabilidad civil extracontractual. Adicionalmente, la compañía aseguradora cuenta con la póliza de Responsabilidad Civil para Medios que ofrece amparo para medios de noticias y multimedios, amparo por gastos de defensa por citación, amparo de responsabilidad de productores y amparo de responsabilidad civil por actividades basadas en internet.

“En un entorno cambiante, con clientes más exigentes y necesidades más complejas como las de las grandes y medianas productoras y medios de comunicación, nacionales e internacionales, Chubb en Colombia está en capacidad de brindar un completo seguro que les garantice a las empresas del sector audiovisual que todas las etapas propias de su actividad, así como su capital humano y sus bienes estarán debidamente protegidos y respaldados con la experiencia y estabilidad financiera como la que ofrece nuestra compañía”, destaca Christian Guerrero.

Se trata entonces, de pólizas especializadas y con amplias coberturas que protegen a las compañías de siniestros durante la producción y difusión de sus contenidos, evitándoles así la pérdida de enormes sumas de dinero y costos de orden reputacional.

 

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