La elección de una cobertura de vida adecuada depende, fundamentalmente, de dos factores que cada persona debe sopesar para tomar la decisión correcta: su situación familiar y financiera. En base a las necesidades que se estimen de estas dos variables, es posible delimitar la suma a asegurar. Estas condiciones no son inamovibles, sino que por el contrario variarán con el paso del tiempo y alterarán el monto final que requiere ser cubierto.
Asimismo, al tratarse de un seguro de vida, la evaluación debe sopesar las actuales condiciones y hábitos de salud de la persona asegurada, las que determinan el costo del producto de forma progresiva. “El costo se encarecerá a medida que avance la edad de la persona, por lo que se recomienda que la contratación del seguro sea lo más temprano posible, dado que los factores de riesgo relacionados con cuestiones de salud también influyen negativamente en el costo de las coberturas ”, comenta Alfredo Fernández, Regional Director Life de Chubb Latin America.
¿Y las compañías?
Cuando se trata de seguros grupales -como los que generalmente adquieren las empresas como parte del paquete de beneficios para sus empleados-, las consideraciones se basan en las características particulares de la legislación laboral respecto a este tema y que difiere en cada país. Algunos marcos legales, por ejemplo, determinan que el seguro de vida para trabajadores es obligatorio, mientras que otros es voluntario y el empleador tiene la posibilidad de decidir si entregarlo como un beneficio adicional completando la remuneración.
Las variaciones también se ven en el capital asegurado. “Mientras que en algunos países se define como un múltiplo de sueldos, en otros está estructurado como un valor fijo para toda la empresa o por categoría en función a la tarea del empleado, explica Alfredo Fernández. Respecto al coste, también hay diferencias: hay veces en que el empleador debe solventar por completo el programa de seguros, otras en que es una inversión compartida entre empleador y trabajador y otras en que es absorbida completamente por el segundo, a través del descuento en su hoja de remuneración o por otro medio de pago. Estas variables cambiarán, además, si el seguro contempla coberturas adicionales por invalidez parcial o total, desempleo y otros beneficios que se activen por siniestros que interrumpan la actividad laboral.
“En todas estas situaciones, es necesario que el empleado tome conocimiento sobre cuál es la cobertura que corresponde de acuerdo a la legislación local, considere el contexto del programa de seguro provisto y evalúe si es suficiente para cubrir sus necesidades y las de su familia”, concluye el ejecutivo de Chubb.